miércoles, 19 de mayo de 2010

SAN PEDRO DEL PINATAR/ Un 'agente' con 35.000 células olfativas

'Pánzer' forma la primera unidad canina antidroga local
19.05.10 - 00:55 - ALEXIA SALAS 'La Verdad
Pánzer', un labrador de pelaje brillante e instintos juguetones, no busca con ahínco un hueso, como cualquier sabueso, sino marihuana. Se pierde, como todo perro, por su comida diaria o el contoneo de una hembra, pero su obsesión es encontrar droga allá donde esté, e incluso donde estuvo, porque este perro policía entrenado para la búsqueda de estupefacientes es capaz de detectar olores muertos, es decir, lugares donde se han ocultado sustancias prohibidas con anterioridad.
«Tiene 35.000 células olfativas en la trufa, así que es toda una herramienta activa para trabajar en la prevención y en la búsqueda de droga en la calle, personas y vehículos», explica José Antonio Martínez Cerezo, el guía canino que trabaja con este talentoso animal de pelo negro, inteligente y afable.
'Pánzer' está entrenado sobre todo para encontrar marihuana y hachís, aunque ya se está entrenando con la cocaína, la heroína y, lo que preocupa especialmente a la Policía Municipal de San Pedro, la mezcla de estas dos últimas sustancias.
«Algunos traficantes las venden mezcladas para aumentar la adicción entre sus compradores», explica el cabo Antonio Herrera, coordinador de la Unidad Canina. En las pocas semanas que lleva en la Policía local, Panzer tiene una hoja de servicio intachable.
Localiza con frecuencia pequeñas dosis, lo que aleja a traficantes y consumidores, pero además su actuación permitió detener a un hombre que llevaba escondido en los forros y los bajos del maletero de su coche una pieza de hachís de más de 15 centímetros de largo y unos 4 centímetros de grosor. Al primer indicio de olor, el animal señala claramente con las patas delanteras la presencia de droga en un coche, pero además se comporta con exquisito respeto si descubre el aroma prohibido en una persona.
«Entre un grupo de personas, si detecta olor a droga en una de ellas, no se abalanza sobre nadie, sino que se sienta frente a ella», explica el agente Martínez Cerezo. Su función de guía canino fue del todo voluntaria. «Me gustan los animales, y me reconforta enormemente que el perro evite que un chaval compre droga», afirma. Juntos forman un equipo, aunque su compañero de patrulla camine a cuatro patas. «No se cansa, es dócil, muy trabajador y con instintos muy desarrollados de caza y presa», asegura el guía canino.
Más tranquilo que 'Drako', el pastor malinois que la Policía local emplea para los controles en la calle y carreteras. El guía canino Javier García Martínez suele trabajar con este sabueso de instintos extremadamente activos, vigilante y siempre alerta. «Detecta también lugares donde hubo droga, lo que nos abre la posibilidad de investigar y hacer seguimiento de sospechosos y vehículos», explica el guía canino.
Vigilancia en los institutos
Especial empeño han puesto en vigilar los alrededores de los dos institutos. Los agentes ya no permiten siquiera que alguien ajeno al centro se acerque a las vallas de los centros escolares. Meticulosos registros de coches o de zonas abiertas, para 'Pánzer' no hay escondite seguro. «Es capaz también de encontrar la droga que ocultan entre los matorrales, pero además lo vamos a entrenar para registros en el aeropuerto y en barcos», explica el guía canino.
Los agentes de San Pedro saben que «en cuanto hay una noche de luna y sin viento, hay que reforzar la vigilancia en la costa», ya que se trata de una puerta de entrada a la droga. La Guardia Civil ha solicitado ya en ocasiones la ayuda de estos dos perros adiestrados para agilizar sus investigaciones. Se estudia además el empleo de los canes entrenados para la protección de víctimas de violencia de género, mujeres con alto riesgo que podrían salvar su vida con el celo protector de estos animales.

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